Construcción-Desconstrucción



 Construcción - Desconstrucción
<Movimiento continuo>

Desde el cuerpo…

Cuando llegó la danza, todo fue cuerpo, sensación, intuición.  Impulso e inocencia, necesidad en acción, energía circulando. Una revolución del cuerpo,  de la vida, que se  invertía y me cambiaba la visión del mundo. Fue descubrimiento, una iniciación,  un   darme cuenta de la  autoritaria preponderancia de la razón por sobre lo perceptivo, lo visceral, lo físico, lo intuitivo.
Un empoderamiento de mi misma, un reconocer mi propio cuerpo como posibilidad maravillosa de auto sostén.  La novedad de un  tiempo-espacio hasta entonces desconocidos.
Fui   llevada hacia adentro, a encontrarme conmigo misma.
Ese encuentro con la danza como  posibilidad de movimiento autentico y libre fue un hito en mi existencia;  el punto que contiene todos los puntos del universo,  mi aleph.
                                      
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… al devenir del tiempo.

Lo primero es la improvisación, lo segundo es la improvisación, lo tercero es la improvisación y así…. aeternus impruvisus. En esa inmensidad de conceptos y significados  que convergen en la práctica de la improvisación se fue procesando una relación ineludible con  el tiempo.  La posibilidad fantástica  de estar conectada al mismo tiempo en canales simultáneos  que actúan en el presente,  pero que a su vez toman informaciones y conocimientos  del pasado,  que  se actualizan y mediatizan  a cada instante;   entre lo que siento, lo que pienso, lo que decido y lo que acontece  en el afuera,  con los otros. Este proceso podríamos decir que se produce casi,  a la velocidad de la luz y me une con el futuro. La improvisación es un puente  directo a la acción en un aquí y ahora; nos expone a la  toma de  decisiones,   a la  pronunciación de algo que está en y con nosotros. Es una afirmación, efímera y contundente.

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Ahora.
Estoy pegando la curva en el espiral y todo cambia, muta, se transforma.
Ahora tengo más preguntas que antes y algunas certezas.
Quiero hacer foco  en la construcción de sentidos;  no solo realizar  acciones y prácticas placenteras.  Y esta afirmación, indefectiblemente  me une de una forma muy potente al resto. No sé si todas las artes llevan en su práctica misma la consciencia del otro;  las artes escénicas sí. Siempre hay alguien  ahí, mirando, escuchando.
A esta  certeza  le urge  una conciencia compositiva, una necesidad imperiosa de elegir, de estructurar un paisaje propio que sea posible de entender.
Acercarme a lo simple.
Entonces salto directo a esta relación que tengo a flor de piel en este aquí y ahora, esto que hace que esta curva  sea tan vertiginosa y tan placentera. Estoy ligando, mezclando, disfrutando este nuevo encuentro entre cuerpo y palabra, entre danza y pensamiento
Entre improvisación y composición. Estoy abrazando a la ficción  como el nuevo punto que contiene todos los puntos. Estoy abrazando  que  si lo que hago es  sincero,  hay resonancia directa  con el afuera y  todo se multiplica. Y entonces vuelvo a encontrar ese punto que contiene todo los puntos del universo y descubro que el aleph,  se mueve,  infinitamente.




Mara Padilla

*Este texto fue escrito por la invitación de Creatividad en Movimiento a contar algo de mi experiencia con la danza y la improvisación.  Elegí  escribir en estos fragmentos cortos algo de mi proceso a lo largo del tiempo*

                                                                                                      
 Publicado  en http://creatividadenmovimiento.org/2016/02/04/construcciondes-construccion                                                                                                   

































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